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¿Cómo hacer que mi planta crezca más rápido?

¡Hola, amante de las plantas!

Ver a tus amigas verdes crecer es una de las mayores satisfacciones. Pero si sientes que el crecimiento se ha estancado o simplemente quieres un poco más de vigor, estás en el lugar correcto. Acelerar el crecimiento de tu planta es posible si le das el cuidado y los nutrientes correctos.

Aquí te mostramos los tres pilares clave para estimular ese crecimiento que tanto deseas: luz, fertilización y poda.


Luz: El Motor de la Vida

La luz es la energía que las plantas usan para la fotosíntesis, el proceso con el que «comen». Sin suficiente luz, una planta no puede producir la energía necesaria para crecer.

  • Entiende las necesidades de tu planta: No todas las plantas necesitan la misma cantidad de luz. Una Sansevieria o una Zamioculca son felices en rincones con luz indirecta, mientras que una Monstera o un Ficus anhelan la luz brillante (pero no el sol directo, que puede quemar sus hojas).
  • Aprovecha las ventanas: Coloca tu planta cerca de una ventana que reciba la cantidad de luz adecuada. Si no tienes ventanas soleadas, considera usar una luz de crecimiento o «grow light» para complementar la luz natural, especialmente en invierno.
  • Rota tu planta: Gira tu maceta un cuarto de vuelta cada semana. Esto asegura que todos los lados de la planta reciban la misma cantidad de luz, promoviendo un crecimiento uniforme y evitando que se incline hacia una sola dirección.

Fertilización: El Alimento Extra

El sustrato de tu maceta tiene nutrientes, pero estos se agotan con el tiempo. Los fertilizantes son como suplementos vitamínicos que le dan a la planta un empujón para crecer más rápido y con más fuerza.

  • Elige el fertilizante correcto: Busca un fertilizante balanceado para plantas de interior. Los fertilizantes contienen tres números (por ejemplo, 10-10-10) que representan la proporción de nitrógeno, fósforo y potasio (N-P-K). El nitrógeno (N) es crucial para el crecimiento de las hojas y tallos.
  • Fertiliza en la temporada de crecimiento: Fertiliza solo durante la primavera y el verano, que es cuando la mayoría de las plantas de interior están en su fase activa de crecimiento. En otoño e invierno, la planta entra en un estado de «descanso» y fertilizarla podría estresarla.
  • No te excedas: Sigue siempre las instrucciones del empaque y, en la mayoría de los casos, es mejor diluir la dosis a la mitad. Un exceso de fertilizante puede quemar las raíces y dañar la planta irreversiblemente.

Poda: Estimula y Fortalece

La poda puede parecer contradictoria si quieres que tu planta crezca, pero en realidad es una técnica poderosa para estimular un crecimiento más denso y vigoroso.

  • Elimina lo viejo para dar paso a lo nuevo: Corta las hojas amarillas, secas o dañadas. La planta ya no necesita gastar energía en mantener esas partes y puede redirigir esos recursos a la producción de nuevas hojas y tallos.
  • Poda las puntas: Cortar las puntas de los tallos, justo por encima de un nudo (donde nace una hoja), estimula a la planta a ramificarse. Esto la hará crecer con una forma más frondosa y compacta, en lugar de un solo tallo largo y delgado.
  • Usa herramientas limpias: Para evitar infecciones, utiliza tijeras o podadoras limpias y afiladas. Puedes desinfectarlas con alcohol antes de usarlas.

Si combinas estos tres pilares —la luz adecuada, una fertilización estratégica y una poda inteligente— verás que tu planta no solo crecerá más rápido, sino que estará más sana y fuerte. ¡Ahora es tu turno de poner manos a la obra y disfrutar de los resultados!

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